¡¡Rato Libro está de feria!!
Venta de libros para chicos. NUEVOS. ¡¡Hermosas editoriales!!
SÁBADOS 5, 12 Y 19 de DICIEMBRE
10 A 18 hs.
Salvador María del Carril 2541 2º , Agronomía/Villa Pueyrredón
(Solo efectivo)
domingo, 29 de noviembre de 2015
martes, 17 de noviembre de 2015
Elsa, siempre presente
Tarde poética y primaveral en Rato Libro. Nos sentamos a oír los poemas de Elsa Bornemann compilados en el libro "Un día, una brujula".
Y mientras los escuchábamos, las imágenes fueron guiando a la mano que dibujaba lo que quisiera.
Y como nos quedamos con ganas de seguir jugando con las palabras, inventamos este poema.
Y mientras los escuchábamos, las imágenes fueron guiando a la mano que dibujaba lo que quisiera.
Y como nos quedamos con ganas de seguir jugando con las palabras, inventamos este poema.
Hice un dibújico
con marcodóricos.
Me quedó extráñico
y un poco rárico.
Usé crayónicos
y
lapicéricas
y ahí el dibújico
quedó colórico.
Desde el dibújico
un personájico
me dijo “¡Hólica!”
y me dio un abrázico.
Yo le di un bésico,
lo tomé en brázicos,
fuimos a cásica
a tomar heládico.
Cuando el dibújico
tenía suénico
con mis crayónicos
y marcadóricos
le hice una cámica
con una almohádica
y dije bajítico
“Que sueñes líndico.
Chau, buenas nóchicas,
hasta mañánica”.
(Homenaje a “Cuéntico bóbico para una nénica
aburrídica”, de Elsa Bornemann)
Mile (8 años) , Eva (7 años), Luli
(7 años) y Cami (7 años)
jueves, 12 de noviembre de 2015
Si yo fuera Pulgarcito
Hoy conocimos el Diario secreto de Pulgarcito y tratamos de imaginarnos cómo será tener el tamaño de un dedo pulgar.
Y pensando, pensando, entre todos, surgió este poema:
Y usando los pulgares como referencia, cada uno se dibujó de Pulgarcito.
Si yo fuera Pulgarcito…
Si yo fuera Pulgarcito
espiaría sin que me vean.
Me metería en las narices de la gente,
les sacaría los mocos,
¡y se los pondría en la boca!
Me subiría al pelo de alguien
a pelear con los piojos.
Viajaría en la ceja de un amigo
o arriba de un conejo.
Jugaría con un dinosaurio bebe
(pero uno que no me coma)
Le pediría a mi hermana
un avión de juguete
y me iría volando.
Dormiría en una cuchara
o en la cola de mi gato.
Si yo fuera Pulgarcito
sería
muy
muy
muy
chiquitito.
Cande, Caetano, Benja, Guille, Joaco y Camilo
(4, 5 y 6 años)
lunes, 9 de noviembre de 2015
Semillas de cabañas
Desde hace un tiempo, en Rato Libro nos preparamos para vivir una experiencia muy importante. El domingo 15/11, en el marco del Filbita, los chicos van a entrevistar al autor francés Philippe Lechermeier.
Por eso, en los distintos grupos, estamos recorriendo su obra y también escribiendo y jugando a partir de lo que esas lecturas nos sugieren.
El viernes, luego de disfrutar "Semillas de cabañas", cada una creó su propia cabaña. Si les gusta alguna, será cuestión de ir en busca de las semillas...
Por eso, en los distintos grupos, estamos recorriendo su obra y también escribiendo y jugando a partir de lo que esas lecturas nos sugieren.
El viernes, luego de disfrutar "Semillas de cabañas", cada una creó su propia cabaña. Si les gusta alguna, será cuestión de ir en busca de las semillas...
La cabaña imposible
Se encuentra en la nubes de un país imaginario, donde la
imaginación creará tu cabaña.
Antorchas de algodón de azúcar, faroles de miel, y hasta un
lago de barquitos de papel.
Todo, todo lo que la imaginación deseo.
(Lástima que esta cabaña es imposible de conseguir)
Olivia
La cabaña batidora
Un día así, un día asá.
Para quien se siente
cada día diferente
una cabaña ideal.
Un día aventurero
se mezclan:
Una soga de rapel, un casco de bicicleta, tres curitas,
unos cuantos
raspones, la sombra de Peter Pan…
Se obtiene una cabaña peligrosa, preciosa, inexplorada
y con vista al lago.
Un día romántico
se mezclan:
Diez corazoncitos de papel, un suspiro en cada rincón,
un sol de las tres de la tarde, libros para relajarse…
Se obtiene una cabaña tranquila, con rincones para suspirar
mientras se
lee doblando cada esquina y una deliciosa merienda para dos.
Sea el día que sea, nunca faltan libros en el lugar más
inesperado,
lugares en los cuales pensar y algún pedacito de día
anterior.
Cuando encontré una semilla hice un experimento:
la metí adentro de la cabaña batidora
y salió otra cabaña batidora.
Por suerte adentro de ella había otra semilla, así que,
¡basta de experimentos por hoy!
1-1+1=1
Vera
La cabaña de los ojos
Entrás y te miran,
salís y te miran
porque ellos tienen
ojos
hasta en la espalda.
Ojos verdes, azules,
rojos y violetas
todos fijos en vos.
Tranquilos y quietos
solo te mirarán.
Pero estos ojos no ven
solo tienen el
sentido del olfato.
Así que puedes hacer
lo que te de la gana,
total
no te ven.
Eso sí, ponte un
perfume
porque si te huelen
quedarás
entre
sus
párpados.
Irina
La cabaña de las
historias
La cabaña de las historias cambia de forma todo el tiempo,
depende de lo que te imaginás.
Puede ser de chocolate. Puede ser de todo lo que decís, te
cuentan o leeés.
Grande, linda, con muchas habitaciones.
O chiquita fea y solitaria.
Puede ser posible.
O imposible.
Todo lo que estoy contando se está escribiendo ahora en esa
cabaña.
Paloma
viernes, 6 de noviembre de 2015
Un rato de cartón
Jugamos con cajas que-no-son-una-caja y se convirtieron en naves, aviones, barcos, casas, caparazones, autos de carrera, camas... Y en una cabaña de cartón.
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