Fuimos abriéndolos, los degustamos, compartimos los que nos resultaban más ricos...
Hasta llegar azarosamente al cuento "La feria de las palabras". Y sin darnos cuenta, nos encontramos inventando personajes e ideas para esa feria.
Por ejemplo el hombre que inventa palabras nuevas a partir de la combinación de otras dos. Como la lintered , pared luminosa, resultado de linterna + pared. O el famoso lapifante, elefante similar al puercospín, pero con lápices en lugar de púas.
También trabaja en la feria el hombre que agrega títulos a las historias sin nombre.
Y otro curioso personaje a quien uno le da una letra y él crea un cuento de cien palabras sin usar esa letra ni una sola vez.
Acá ven a los chicos con su diseño de una biblioteca tipo expendedora de caramelos que encuentra rápiodamente cualquier título mediante un sistema complejísimo.
En la feria de las palabras encontrarán un equipo de profesionales que logra hacer una película buena a partir de cualquier libro malísimo.
Y si son seguidores de un autor podrán pedirle su firma, él la proyectará en un holograma y, con solo apoyar su libro, les quedará sellada.
Podrán entrar a la cabina de fotos que al disparar logrará un retrato perfecto de ustedes mismos sosteniendo la portada de un libro en la cual estarán ustedes mismos sosteniendo la portada de un libro en la cual estarán ustedes mismos... En fin...
Y si son escritores no dejen de colocar su texto en la máquina súper editora, elijan una de las opciones y retiren su caja con ejemplares de su propio libro editado.
Antes de irse , recuerden pasar por el puesto del hombre que hace chistes malos sobre los libros. Mencionenle "La historia interminable", por ejemplo. Y solo por respeto finjan reírse cuando les diga que el colmo de ese libro es que el lector se queje de no llegar al final.
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