Así diseñamos unas casas muy especiales: con cuarto para gatos, cuarto de muñecas, una pieza con cinco trampolines, una pileta en lugar de bañera, un cuarto de música lleno de instrumentos y hasta pista de baile, y también una sala de luces, una pieza de rayas, una de puntitos y otra de corazones.
Y como nos encantó esta historia, fuimos a la biblioteca a buscar otros cuentos de casas.
¡Y encontramos dos que nos fascinaron!
Un lugar cómodo, cómodo, de Didí Grau y Elba Rodríguez.
Y La casa que quería un sol, de Mojka Osojnik.
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